El primer modelo presentado por la compañía surcoreana es la batería
Stripe, que ha sido definida como "un producto de próxima generación" y
presenta un cuerpo ultradelgado de tan solo 0,3 mm de grosor.
Gracias a este diseño, se puede doblar y conformar con la misma
facilidad que una fibra y se podría adaptar a diversos productos como
auriculares, collares o camisetas. Está equipada con una tecnología que
ofrece una densidad de energía superior a la de otros prototipos. El
otro modelo presentado por Samsung es la batería Band, que está
especialmente pensada para los relojes inteligentes. Podría integrarse
en la pulsera del dispositivo y serviría para aumentar la autonomía de la batería principal un 50 %. Además, es enormemente resistente, pues sus responsables aseguran que puede doblarse más de 50.000 veces.
Estas baterías, en las que Samsung lleva trabajando varios años, no son prototipos conceptuales, sino funcionales y de hecho la firma surcoreana espera incluirlas en productos reales a partir de 2017.